#La Tramoya_ Especial Susana Pastor

Cuando la pausa se convierte en altavoz: Susana Pastor y la dignidad silenciada

El verano trae consigo un ritmo distinto. Las prisas menguan, las agendas se aflojan y, en La Tramoya, hemos decidido aprovechar esa tregua para hacer lo que a veces el reloj no nos permite: detenernos. Escuchar sin prisas. Hablar sin miedo. Pensar sin filtros. En esta ventana abierta que inauguramos en pleno julio, queremos poner sobre la mesa temas incómodos, debates postergados, realidades silenciadas. Y lo hacemos con una voz que no pide permiso para existir: Susana Pastor.

Con ella damos el pistoletazo de salida a esta serie de charlas que no pretenden ser cómodas, sino necesarias. Activista, comunicadora, mujer sin tapujos y figura política comprometida, Susana Pastor lleva años alzando la voz por un colectivo que sigue estando al margen: el de las trabajadoras sexuales. Su lucha no se disfraza de eufemismos. Susana habla claro, sin rodeos, sin edulcorar una realidad que lleva demasiado tiempo siendo juzgada desde el prejuicio o directamente ignorada.

Su defensa de la legalización de la prostitución no es una provocación, es una exigencia de derechos humanos. Frente a discursos que simplifican y demonizan, Pastor aporta matices, escucha a quienes están dentro, rechaza los paternalismos y apuesta por una regulación que ponga fin al estigma, la violencia y la clandestinidad. No en vano ha recorrido asociaciones, parlamentos y calles alzando una consigna clara: “sin derechos, no hay libertad”.

Su activismo, sin embargo, no se queda en la teoría. También ha tenido presencia en el tablero político, vinculada a proyectos transformadores desde una mirada feminista crítica, inclusiva y profundamente social. Su presencia incomoda a quienes prefieren seguir mirando hacia otro lado, pero para muchos, se ha convertido en un referente de coherencia y valentía.

En La Tramoya, sentarse con ella es abrir la puerta a un tema espinoso, sí, pero más vigente que nunca. ¿Prohibición o regulación? ¿Protección o control? ¿Quién habla por quienes ejercen la prostitución y, sobre todo, quién las escucha? En esta primera charla, no buscamos imponer una verdad, sino abrir la conversación. Ponerle voz, rostro y argumentos a una realidad que existe, aunque muchos prefieran que no se vea.

Este es solo el principio. Las próximas semanas seguiremos utilizando este espacio extra de verano para abordar otras tantas cuestiones que rara vez encuentran lugar en los medios con el tiempo y la profundidad que merecen. Pero hoy, la protagonista es Susana Pastor, y su lucha por dignificar lo que la sociedad aún se empeña en esconder bajo la alfombra.

Porque a veces, las pausas son la oportunidad perfecta para hablar de lo que realmente importa.

La Tramoya