La generación Z, sus debilidades y fortalezas, a debate

La Generación Z se está convirtiendo en una generación que no sabe hacer tareas manuales, como cambiar una bombilla o un neumático.
Un estudio revela cómo un 30% de los jóvenes por debajo de los 30 años no saben diferenciar herramientas básicas como destornilladores.
Pudiendo hacerlo otro, ¿para qué voy a hacerlo yo? Ese es el pensamiento de la generación Z. Los nacidos entre 1996 y 2010, que empiezan ahora la vida adulta en muchos casos, han optado por no hacer tareas que eran «básicas» para sus padres. Incluso cambiar una bombilla.
Un estudio de Halfords y del que se hacen eco el diario The Times revela datos demoledores sobre los más jóvenes y como un 44% decide pagar para realizar labores como inflar las ruedas del coche o cambiar el limpiaparabrisas.
Es algo que se aplica también a la casa en otras tareas simples como cambiar una bombilla o colgar un cuadro. Tareas para las que un 11% de los Gen z cree que es buena idea llamar a un profesional. Y esto no es algo que salga precisamente económico, dado que según el citado estudio supone que estos pagan alrededor de 1.500 euros anuales en tareas de mantenimiento.
Entre las razones podemos encontrar desconocimiento, pereza o sencillamente falta de costumbre. Sin embargo, es precisamente el desconocimiento lo que más llama la atención,
dado que un 30% reconoce tener problemas en identificar herramientas «básicas» como un destornillador de cabeza plana.
Retomando el caso del cambio de bombillas, que parece ser el más destacado por ser también de las tareas más obvias, alrededor 20% reconoce que le parece demasiado peligroso subirse a una escalera. Cerca de un 25% cree que la bombilla estará demasiado caliente para cambiarla y el resto, que son mayoría, no quieren tener problemas con la electricidad.
El caso es que cada vez nos encontramos más evidencias al respecto de cómo la generación Z está cambiando completamente los hábitos establecidos durante décadas y que incluso posee la generación inmediatamente anterior. No saben cambiar bombillas, pero tampoco manejar ordenadores e impresoras.

La Tarde con Marina