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Expertos aseguran que “Hay una desproporción entre mujeres evolucionadas y hombres suficientemente maduros”
Nuestro modelo social ha sufrido un gran cambio de paradigma en el que el predominio del dominio del género masculino en las relaciones ha terminado. Algo que, según el psicólogo Antoni Bolinches, hace que los hombres estén desorientados y las mujeres decepcionadas. El gran número de mujeres triunfadoras y autónomas que han acudido a su consulta desilusionadas por no encontrar a un hombre que supere sus expectativas, llevó a Bolinches a escribir “El síndrome de las supermujeres”.
En el libro, Bolinches expone que las mujeres evolucionadas, poderosas, con conocimientos, un gran atractivo y proyección social, características que definen a la supermujer, se enfrentan a un modelo de enamoramiento que todavía no ha evolucionado.
Las supermujeres os seguís enamorando admirativamente. ¿Cuál es tu problema como supermujer?”, se pregunta. “Qué necesitas encontrar hombres admirables y la gran pregunta es: ¿dónde están esos hombres?, si la mayoría de los hombres están desorientados. Por tanto, hay una desproporción entre mujeres evolucionadas y hombres suficientemente maduros para todas esas mujeres evolucionadas”.
El psicólogo explica que actualmente se da la paradoja de que al hombre que mejora y alcanza la excelencia, le sobran mujeres que se enamoran de él, y a la mujer que alcanza la excelencia, le faltan hombres para poder elegir. Mientras las mujeres quieren encontrar en la persona, unos valores y unas capacidades que permitan una relación enriquecedora, los hombres prefieren relaciones cómodas. “Y por tanto, entre tú y una amiga tuya con una actitud vital más conformista, igual de atractiva, y menos autónoma, seguramente elegirán a la mujer más cómoda”.
Por tanto, la supermujer genera una dinámica, donde si el hombre no está suficientemente activo, le puede generar un cierto estrés por no estar a la altura. “Cuanto más evolucionado estás, menos te sorprende y enriquece lo que la otra persona pueda decirte”.
Bolinches también destaca en sus libros la importancia en las relaciones de tener una buena autoestima. Desde un punto de vista psicológico, tiene más poder en la relación quien menos quiere, y sufre más quien más necesita al otro. “La compañía que nunca te puede fallar es la de ti mismo. Cuando estamos bien con nosotros es cuando nos convertimos en una buena pareja para los demás, ya sean amigos, familiares o tu pareja. Cuando nos queremos, no estamos con nuestras parejas para llenar nuestro déficit ni sentirnos completos, sino para compartir nuestra plenitud”. Cuando eso sucede, Bolinches afirma que existe un enriquecimiento recíproco.