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La Tarde con Marina

Comprar piedras como mascota, ¿necesidad o estupidez humana?, debate patrocinado por CAFÉS GRANELL

micLa Tarde con Marinatoday21/03/2024 104

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    Comprar piedras como mascota, ¿necesidad o estupidez humana?, debate patrocinado por CAFÉS GRANELL La Tarde con Marina


A donde llega la crisis del estrés laboral, al no tener tiempo para su vida privada, hay personas que adoptan rocas como mascotas.

Corea del Sur es uno de los países con el mayor promedio anual de tiempo trabajado. Sus 1.910 horas, con extensas semanas laborales de 52 horas, solo las superan cuatro países y lo sitúan muy por encima de naciones como Francia, Japón o España. En Statista recuerdan que 2022 se realizó una encuesta en el país sobre estrés laboral y el 62,2% de los entrevistados respondió que habían sentido ansiedad en su puesto durante las dos semanas anteriores.

Así las cosas no sorprende que cuando salen de la oficina y llegan a casa tras una extensa y extenuante jornada de trabajo haya surcoreanos a los que les guste tener una mascota esperándolos. El problema es que a los perros hay que pasearlos. Y los gatos, canarios, iguanas, hamsters, peces, cobayas y demás mascotas convencionales requieren también de cuidados importantes.

Así que… ¿Por qué no pasar de los animales de compañía tradicionales, los de pelaje, plumas o escamas, y adoptar una piedra? Exacto. Un bonito, pulido, pesado y sobre todo inanimado fragmento de roca que no requiere grandes atenciones.

Lo anterior quizás resulte chocante, pero lo de adoptar una roca como mascota se ha hecho tan popular en Corea del Sur que The Wall Street Journal acaba de dedicar un amplio reportaje al fenómeno, explicando como a su vez ha entrado poco a poco en Estados Unidos, en especial en personas que habitan en grandes metrópolis como Chicago o Washington DC. Ya que cada vez son más las personas que han decidido compartir su tiempo y abrir su corazón a pequeños fragmentos de mineral pulido. Algunos con nombre. Algunos con cara.

Todos los testimonios apuntan en la misma dirección. Donde la mayoría vemos rocas, quienes optan por sumarse a la tendencia ven algo más: una forma inocente, sencilla y bastante económica de evadirse o simplemente hacer que su rutina resulte algo más llevadera.

¿Es aceptable los niveles de estrés que se somete una persona que no tiene tiempo para tener una mascota real? ¿Aceptamos como sociedad a las personas que buscan tener relaciones virtuales pero criticamos a quienes buscan una mascota inanimada como una piedra?


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