Jacobo Christensen, Florencia del Campo, Juan Pedro Font de Mora, Belén Ojeda y Vicente Marco, un programa solidario de PLH María Vicenta Porcar
Música de violín, la poesía, la novela, la solidaridad de los libreros, la poesía y algunos consejos literarios en nuestra noche cultural
Esta noche hemos vuelto a estar con ustedes pese a las dudas de si podríamos hacer o no el programa hoy por el segundo ataque de la Dana, que ha vuelto a golpear con fuerza a zonas de la Comunidad Valenciana, de Cataluña y Andalucía. Pero sí ha sido posible y, Juan Lafuente ha estado en el control de sonido y María Vicenta Porcar afrente al micrófono, en la dirección y musicalización. Al inicio del programa hemos agradecido de corazón que numerosos oyentes nos hayan dado las gracias por el programa del pasado jueves en el que cuidamos lo más posible los contenidos porque la situación lo requiere. La entrevista a la escritora bielorrusa, Natalia Litvinova, una niña de Chernóbil, y la emotiva actuación del gran pianista Antonio Morant, emocionó a muchos y así nos lo han hecho saber.
——
Hoy hemos habíamos preparado un programa con el que hemos deseado llevarles un tiempo de belleza, una pequeña luz de esperanza, un respiro en medio de la difícil situación para tantos. Les hemos traído la solidaridad del Gremio de Libreros de Valencia, que están coordinando las ayudas a las librerías asoladas por la Dana.
Juan Pedro Font de Mora, su presidente y librero. Que regenta la librería Raiwlosky, nos ha hablado de lo emocionante de la campaña, Devolvamos la vida a las librerías, cuyos fondos irán destinados exclusivamente a la reconstrucción de las librerías dañadas. También el pasado lunes, Día de las Librerías, las librerías de España han donado el 5% de las ventas que realizaron ese día, a un fondo destinado íntegramente a las librerías de la Comunidad Valenciana afectadas por la Dana. Se ha creado una cuenta que coordina el Gremio de Libreros: ES 76 3159 0015 8823 2590 9725 y un BIZUM al nº 10592. En ambos casos el Concepto es: donación librerías Dana. Lo recaudado será repartida teniendo en cuenta las circunstancias y pérdidas sufridas en cada caso, se personalizarán por tanto las ayudas para que sean más efectivas. Juan Pedro Font de Mora vendrá de nuevo a no mucho tardar, para ir dando cuenta del avance en la recuperación de las librerías perjudicadas. Deseamos que vuelva con noticias alentadoras.
——
Vicente Marco, autor de once novelas publicadas, dos recopilaciones de relatos, participación en varias antologías de cuentos, actor y director teatral, con cinco obras de teatro, o innumerables obras de teatro breve, galardonado con más de cincuenta premios literarios y una gran experiencia en resolver las dudas de otros escritores a través de sus talleres de escritura creativa, y de los tres ensayos sobre el tema que ha publicado hasta el momento: Manual de escritura creativa y premios literarios; Cómo escribir un cuento y dibujarlo. (2018) Junto al ilustrador Kolo y Escritura creativa para activar la mente. En el consultorio ha ido respondiendo, por orden de recepción, a las cuestiones que los oyentes le han planteado a través de dejar sus mensajes de texto o de voz, en el whatsapp del teléfono de PLH +34 649024139.
En la participación de los oyentes, Javier, ha preguntado sobre qué opina de las páginas que puntúan los relatos o los escritos y dan un 86% en función de que se repitan las palabras o no se repitan o sean frases cortas etcétera. Laura ha planteado si puede ser igual de valido que en un texto e el que haya varias complicaciones cotidianas que si tiene un gran conflicto. Carlota quería saber qué características debe tener un buen personaje y si es importante que tenga conflictos y contradicciones. De todo ello ha dado buena cuenta Vicente Marco. Dado que nos han llegado varias preguntas sobre el tema del personaje, le hemos pedido que, en el próximo consultorio seguirá nos hable de este tema, además de seguir respondiendo a las numerosas preguntas que están llegando a nuestro teléfono: PLH +34 649024139.
——
La poeta, narradora y editora argentina Florencia del Campo presenta su novela “Que tenga una casa”, editada por Candaya: Florencia del Campo nació en Buenos Aires, y desde el año 2013 vive en España. Es Editora por la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires), donde también se formó en la carrera de Letras. Como poeta ha publicado Mis hijas ajenas, ganador del Premio La Bolsa de Pipas de Editorial Sloper, Las casas se caen en verano (Graviola, 2022) y El hombre del padre (2024); como narradora las novelas La huésped (Base Editorial, 2016), Madre mía (Caballo de Troya, 2017) y La versión extranjera (Pretextos, 2019), que fue ganadora del L Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro. La novela juvenil, Soy (Editorial Barrett, 2020) y tiene algunos libros infantiles publicados en España. Imparte talleres y cursos de escritura creativa en diversas instituciones públicas y privadas. Hoy nos ha presentado “Que tenga una casa” (Candaya 2024), una singular novela fragmentaria, híbrida, que entrelaza ensayo y ficción. La novela narra la historia de una migrante que, tras la muerte de la madre y la venta de la casa familiar en Argentina, busca en los alrededores de Madrid una casa definitiva en la que vivir, de la que irse, a la que poder volver. A lo largo de la novela, la protagonista recorre las diferentes casas en las que ha vivido, desde la casa de su infancia hasta una última residencia, casi en ruinas, en la que habita mientras la reconstruye. Un libro en el que indaga sobre la casa como un símbolo, un referente, como el cuerpo que nos contiene y en el que, a veces, vivimos como en una prisión, buscando inútilmente escapar; la casa en tanto destino y origen, memoria y futuro desconocido; la casa como algo propio y ajeno al mismo tiempo.
Con Florencia hemos conversado sobre cómo utiliza magistralmente la primera y la tercera persona de la narradora, como pasa del yo al ella, en una especie de juego metaficcional de contar su propia historia en primera persona, la narradora cambia su punto de vista, su mirada, y por momentos nos cuenta el relato en tercera persona como si ella fuera un personaje de una historia inventada; del uso de elementos simbólicos; la casa, que contiene cajas que contiene cosas; tener una casa para dejar las cajas que contiene cosas; el paralelismo entre la casa y el cuerpo y los albañiles que reparan la casa, con los “albañiles” que reparan el cuerpo… En su recorrido por las casas de su historia, va contando cosas, fragmentos, de su historia, de su vida… Florencia cuenta que empezó con un libro de cuentos y que no quería escribir sobre la casa sino sobre la historia de su familia paterna atravesada por las casas, empezando por su bisabuelo que emigró a Argentina donde hizo una cierta fortuna y regresa a Soria y hace esta típica casa Indiana que yo fui a visitar. También fui a la casa en la que había vivido en Málaga. Es un viaje por los lugares que habitamos y deshabitamos a lo largo de nuestras vidas, donde lo propio y lo ajeno se mezclan, donde anclamos, y perdemos, recuerdos, vínculos y deseos, en el que la narradora busca, con actitud ensayística y casi detectivesca, no solamente el hogar definitivo, sino el rastro de todas las casas en las que ha vivido y de todo lo que de ella ha quedado en cada sitio. Porque, las mudanzas son, en esencia, movimientos migratorios, y vemos cómo el relato se convierte también en una crónica del desarraigo, de la distancia y de la extranjeridad, la pertenencia, lo propio y lo ajeno, la identidad (resquebrajada y reconstruida), la maternidad (sus renuncias), las relaciones (amorosas y familiares) y la precariedad laboral de los migrantes. También habla de la interesantísima conexión entre casa y infancia y cita cuentos en los que la casa ere el eje. En la novela utiliza las palabras, los sentidos de las palabras, con una belleza muy poética “en verdad la poesía está en todas partes, atraviesa la escritura esa es la manera que yo la entiendo y que yo escribo (…) para mí se trata de romper completamente el lenguaje, jugar con las palabras, con la lengua, cuestionar qué es lo que decimos”. Habla del lenguaje materno, de escribir lo que no se puede escribir, pero se escribe, de decir lo indecible, pero que se dice, o algo se dice o algo se escribe, al menos fragmentos. “Este es un libro fragmentario porque hay un indecible y a ver qué hacemos con ese indecible y como enfrentamos esa no posibilidad de decir ese no decir”. Con otro creador, Pepe Enrique ha llevado a cabo en hermoso y rompedor proyecto, “Ida y vuelta”, en el que profundizan y exploran con el decir y no decir, con las grietas que se abren en el intento de nombrar.
Ella vino a España, haciendo el camino migratorio inverso al de su bisabuelo, cerrando un círculo. También como él “Yo vine acá partiendo de cero para construirlo todo”. Y su tío, que vive en España, le da una caja con libros que va a tirar, pero, para ella es un legado, una herencia: “de pronto hay algo de mi familia que yo puedo guardar y ahora ya tengo una casa-caja que lo contenga”. Tener una casa para poder irse porque hay una casa a la que poder volver”.Una novela brillante, inteligente y poéticamente lúcida, sobre lo que nos encalla y lo que nos construye, la casa-caja-cuerpo-mente… y ahí está la literatura, el lenguaje, la poesía. Florencia del Campo, una gran escritora.
——
El virtuoso violinista hispano-danés, Jacobo Christensen, recién llegado de Dinamarca nos ha traído la belleza de su música interpretada en directo en el estudio. Su primera actuación en PLH fue hace ocho años cuando él acababa de cumplir 16 y ya se había dicho que era “algo más que un prodigio”, tras su interpretación, con tan solo 14 años, del Concierto de Mendelssohn, junto a la Orquesta de Valencia en el Palau de la Música de Valencia. Con 15 años, grabó junto al pianista Carlos Apellániz, su primer disco: “Violín. Jacobo Christensen” del que la revista Melómanos dijo: “Impresionante técnica, la extraordinaria sensibilidad y capacidad de expresión y, sobre todo, la madurez interpretativa que se refleja en las obras grabadas”. Becado por la Fundación Pachá y la Fundación Albéniz ha sido alumno de Zakhar Bron y Yuri Volguin en la Escuela Reina Sofía de Madrid. Donde realiza Estudios Superiores y Máster en Interpretación, obteniendo las más altas calificaciones. Por el patrocinio de la Fundación Stauffer estudia en Cremona con Salvatore Accardo. Se ha perfeccionado con otros importantes maestros: Se forma musicalmente desde niño con el compositor Jesús Debón, actoralmente, con Alejandro Carvallo y en la dirección recibe consejos de Cristóbal Soler y Andrés Orozco Estrada. y lecciones magistrales de O. Díaz, D. Gil de Tejada, J. Carewe. Ha tocado en EEUU, China, y diversos países de Europa. Ha sido dirigido por Cristóbal Soler, John Carewe, Ivan Monighetti, Zubin Mehta, Plácido Domingo, Gustavo Dudamel, Pablo Heras Casado, Péter Eötvös, Ignazio Terrasi, Oliver Díaz, Xavier Gagnepain, Zakhar Bron o András Schiff, entre otros. En 2021 crea su propia orquesta, la Nostrum Mare Camerata,
de la que es solista y director. Ha recibido importantes premios pero para él su gran premio es dedicarse a lo que más le gusta: “Lo que signifique la música para mí, no es importante, pues ella existe por sí misma. Su belleza es aquello que radica en nuestro oído, el de cada uno de nosotros: lo que la “humaniza”, transformando ese diálogo entre sonidos y silencios en arte, el arte al que dedico mi vida.”
Cada vez que Jacobo Christensen vuelve a Pegando la Hebra es un enorme regalo, por el altísimo nivel de su música y por la madurez y bonhomía que habita en él. Escucharle hoy hablar y después tocar, estamos convencidos de que ha sido sanador para muchos de los que le han escuchado. Acaba de regresar de dar unos cuatro conciertos en Dinamarca, y, nos ha contado, emocionado y orgulloso a la vez, de cómo el pueblo danés se ha solidarizado con la tragedia de la Dana, de cómo han cubierto la noticia a pie de barro y de la admiración que allí ha despertado los miles de voluntarios que cruzan cada día el puente de la solidaridad. “Me siento orgulloso como danés y como valenciano. También de los jóvenes, porque yo lo soy”, afirma. Nuestro profundo agradecimiento al pueblo danés por su solidaridad y a Jacobo por la música que, a buen seguro, habrá serenado, al menos durante un tiempo, el alma de muchos oyentes. Él volverá pronto porque la tarea de reconstrucción de vidas, familias, relaciones, casas, negocios o proyectos va a llevar mucho tiempo y entre las muchas cisas necesarias para ello está la música…
——
Palabra de poeta con Belén Ojeda, traductora, poeta, música y docente venezolana: nacida en Caracas-Venezuela, es traductora, poeta, música profesional y docente de clases de Lenguaje y Análisis Musical. Su madre fue una gran influencia. Era una excelente bailarina y había estudiado piano. A los cuatro años, Belén cantaba las canciones al estilo de Marisol y Joselito. A los 8 empezó estudios Teoría y Solfeo y luego piano. Ganó una beca para proseguir estudios musicales en Conservatorio Chaikovski de Moscú donde vivió ocho años, lo que le acercó a la lengua rusa y a su poesía. Se graduó en Dirección Coral, “porque es una especialidad en la cual música y poesía son inseparables”. Ha sido directora coral y coralista. La música y la literatura siempre han estado presentes en su vida. A su vuelta a Venezuela formó parte del Taller de Poesía del CELARG, coordinado por Ida Gramcko. Ha publicado los siguientes libros: Días de solsticio; En el ojo de la cabra; Territorios Graffiti y otros textos; Obra Completa. 1995-2020, que incluye también dos libros inéditos: Memoria de la luz y El cuaderno de Colombina; y Fragmentos. Ha traducido directamente del ruso a Anna Ajmátova, Marina Tsvietáieva, Osip Mandelshtam y Borís Pasternak.
De su obra se ha dicho: “La poesía de Belén Ojeda condensa en su brevedad la experiencia vital, producto de su lenta observación y depurada escritura (…) Su magnífica obra plantea un viaje a través del lenguaje poético, epistolar y diarístico manifestando la compleja condición humana sin argumentos ni dramas. Hallamos versos sobre la impermanencia, la migración, los ritmos de la naturaleza, la despersonalización, y el silencio vinculante”; “intenta escuchar más allá de lo audible, los silencios que nos vinculan con el mundo, las pausas entre los diálogos, la música de las conversaciones entrañables que establecemos con nuestro entorno, la sonoridad del sentido”. “Aspectos fascinantes de la poesía de Belén Ojeda son su honesto vitalismo, su vocación de ausencia, su pulsión por partir”; “sorprende la magnitud de la lucidez de su poética, porque sin duda, cada poema es rodeado por el mar de la infinitud (…) capta la eternidad de lo fugaz, la inaprensible huella del venir que toca apenas las cosas con un resplandor sutil; “Forma parte de estirpe de poetas venezolanos plenamente pensantes, en la búsqueda rítmica de la sonoridad del ser”; “con su acmetismo esencial rechaza los giros retóricos que filtran la realidad, la videncia es un devenir perceptivo que capta la unidad del instante, hacia un supremetismo de la poesía en consonancia con poetas esenciales del ser en la poesía venezolana. Transmite lo fugaz y lo cíclico al mismo tiempo. Nos señala un instante y su continua transformación. Belén Ojeda es una caminante y funda su hogar en la mirada poética.
Belén Ojeda ha dicho: “Tal vez el canto coral me ha ayudado en el trabajo con las palabras, con su ritmo, su sonoridad (…) Algunas veces el poema llega como un dictado. Otras como un balbuceo que madura hasta nacer después de un proceso de elaboración interior. A veces es preciso traducirlo, hasta encontrar el ritmo y la música que le den unidad al sentido inicial (…) La poesía es el lugar donde se revela lo inefable. Cada poema son tramos de certidumbre, sentidos de un vector inexorable que alumbra lo desconocido. Busco en lo entrañable, el fuego primigenio. “Escribo desde la nostalgia, inclusive de un futuro que se presiente perdido; desde la ironía ante lo absurdo; desde la migración permanente, aunque permanezcamos en el mismo lugar. Se escribe desde la alquimia de la infancia o desde la extranjería; desde el presente eterno en la obra de arte hecha existencia; desde el cuerpo, desde las voces de la calle en su coro diverso, desde los tatuajes de la ciudad se escribe con la tinta en la piel”
Pegando la Hebra, dirige y presenta, María Vicenta Porcar, control de sonido, Juan Lafuente. 99.9 Valencia Radio, dial 99.9 FM Valencia (España) y www.la999.es. PODCAST en la web de la emisora, Ivoox, Spotify, Youtube, etc.